Una película con todos los elementos necesarios.
Cuando procuramos obrar un documental en nuestra cabeza surgen diferentes cuestionamientos que hasta no acallarlos no sentiremos que estamos recorriendo un trayecto interesante. El primero de ellos es si la temática seleccionada contribuirá a la reflexión, procurara desafiar nuestra estructura de pensamiento, de valores y de vida. “Return to Bolivia” logra descentrarnos de nuestro lugar cotidiano, invitándonos a introducirnos en la mirada del otro, en este caso del otro próximo. Una viaje de connotaciones antropológicas al ser latinoamericano, al ser boliviano, al ser inmigrante boliviano en argentina. Otro de los desafíos implica lograr producir una acción a documentar, en este caso la acción se registra desde un punto de vista testimonial, que observa silencioso el retorno de una familia boliviana radicada en Buenos Aires a su lugar de origen, a su lengua de origen, a su memoria, a sus fiestas, ritos y ornamentas.
“Return to Bolivia” también descubre personajes, grandes personajes, aquellos que desde su humanidad, establecen lazos universales.
Desde su puesta la película es un exponente vivo del hacer contemporáneo en el género, sin perder los rasgos que lo constituyen en cuanto documental. Pero atreviéndose, a transformarse en road movie, en dibujo animado. Valora la buena fotografía y alardea con la escasez de recursos, técnicos, no compositivos ni conceptuales en términos estéticos.
Para quienes somos adictos a las estructuras narrativas, tal vez añoramos una cuestión central, una intriga, un cuestionamiento, que no obligue a la historia a depender puramente del ojo del antropólogo, que desde Flaherty a la fecha, se esconde detrás de cada documentalista.
Return to Bolivia - trailer