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viernes, 8 de noviembre de 2013

GUISELA MORO, GRACIAS POR TU RECUERDO!


Una graduada en la pantalla grande
“No hay nada más difícil que hacer carrera con el alma” Egresada de la tercera promoción, Guisela Moro reconoce que la facultad le hizo amar a los grandes autores. Además, no olvida a profesores como Gerardo López Alonso, Luciano Elizalde y Juan Chiesa, que le enseñaron mucho en su tiempo … 
“No hay nada más difícil que hacer carrera con el alma”
Egresada de la tercera promoción, Guisela Moro reconoce que la facultad le hizo amar a los grandes autores. Además, no olvida a profesores como Gerardo López Alonso, Luciano Elizalde y Juan Chiesa, que le enseñaron mucho en su tiempo de estudiante.
Hoy, ciudadana de los Estados Unidos, actriz, productora y directora de cine, cuenta que desde muy pequeña supo que ese iba a ser su camino. “A los 6 años estaba en el pueblo de Olavarría viviendo con mis abuelos por unos meses y estaban pasando por televisión “Lo que el viento se llevó″. Recuerdo mi fascinación con Scarlet O’Hara. Me di vuelta y le dije a mi abuela: eso voy hacer yo cuando sea grande: trabajar en películas”.
Y así fue. Al poco tiempo de terminar la facultad, sabiendo que su vida pasaría por el arte, decidió mudarse a los Estados Unidos para dedicarse exclusivamente a lo actoral.
¿Dónde estás viviendo?
Vivo en el sur de la Florida. Cuando llegué a este país viví un par de meses en Washington DC, donde tengo familia. Mi objetivo era viajar e instalarme en Los Ángeles, California, pero el destino me desvió hasta Palm Beach, donde ahora vivo. En 2014 me estaré mudando a Los Ángeles.
¿Por qué te fuiste de Argentina?
Me fui de la Argentina porque siempre fui amante del cine francés y del americano. Los actores franceses son para mí los más reales, y la forma de hacer cine en Estados Unidos es mi preferida. Me identifico mucho con la gramática cinematográfica y la forma que tienen de contar sus historias. A la hora de elegir entre Francia y Estados Unidos, elegí EE.UU. porque acá tenía familia, ya había vivido un par de años y manejaba el inglés. Ahora, soy ciudadana americana y estoy súper orgullosa de serlo. Este país me ha dado tanto, que mi lealtad es muy grande.
¿Cómo entraste al mundo del cine y la actuación? 
Estudié actuación con Carlos Gandolfo. Empecé haciendo papelitos muy chiquitos de una o dos líneas para las series de TV de Pol-ka, la productora de Adrián Suar. Trabajé en “Carola Cassini”, “Calientes”, y alguna otra. Me acuerdo que mi gran amiga Sofía Detry me acompañaba a los castings. Además, tuve una muy buena oportunidad gracias a quien era en aquel momento nuestro profesor de TV, Juan Chiesa, que estaba produciendo un programa de cable sobre Internet y tecnologías (para Canal A), y buscaban una conductora. Fui al casting y quedé seleccionada. Me dio mucha experiencia frente a la cámara.
¿Te costó abrirte camino en este mundo?
Sí claro, muchísimo. Creo que ser artista es la vocación y profesión más difícil de todas. No importa qué tipo de artista sos: pintor, bailarín, músico, actor… No hay nada más difícil que hacer carrera con el alma. De eso se trata, de exponer tu alma en cada una de las cosas que como artista compartís con el público. Y eso es muy difícil, pero a la vez, no hay nada más gratificante.
¿Cómo fue tu carrera hasta ahora? 
Ni bien llegué a Estados Unidos trabajé de lo que podía, para tener el tiempo libre que me permitiera ir a las audiciones y pagar las cuentas. Fui mesera, asistente. ¡Hasta repartí Páginas Amarillas!
Empecé a hacer comerciales de televisión, actué en dos películas independientes americanas, y luego trabajé durante 4 años en papeles de reparto chicos para telenovelas de TELEMUNDO NBC como “Prisionera”, “Anita no te Rajes”, “Tierra de Pasiones”, hasta que me dieron mi tarjeta SAG (Screen Actors Guild). Luego, decidí dejar de lado por un tiempo la actuación para dedicarme a estudiar cine. Quería volver a hacer cine, y dejar atrás la TV.
Tu filmografía se remonta a 2001. ¿Por qué decidiste dar un paso más hacia la dirección?
Creo que siempre me gustó la idea de escribir y dirigir mis propias historias. Es algo muy “orgánico” para un actor transitar de la actuación, a la escritura, dirección o producción. Son procesos que se complementan. Yo sabía desde muy temprana edad que mi sueño era hacer películas. Nunca me interesó la televisión. Lo hice porque en su momento me abrió puertas y me dio experiencia frente a la cámara. El teatro me encanta, pero mi corazón estuvo siempre en la pantalla grande. O sea, sabía que lo mío era el cine independiente y como los castings a los que en su momento iba eran todos para papeles que realmente no me “llenaban” ni desafiaban como actriz, decidí empezar a escribir mi propio material, las historias que tenía ganas de contar. Historias con personajes que me inspiran.
¿Cómo fue la experiencia de hacer Hollow Creek como actriz, escritora y directora?
Única. Me da una sensación casi de nostalgia porque nunca habrá otra experiencia primera como ésta donde todo me costó tanto… Donde aprendí y sigo aprendiendo tanto. Me acuerdo del primer día en el set. La adrenalina que tenía, después de tanto tiempo escribiendo el guion, meses de pre-producción y trabajo, de pronto me encontraba frente a mis actores y mi equipo, en el medio de las montañas de West Virginia y me dije “¡Huy Dios mío Guisela, ahora te toca dirigir y actuar… y más vale que les hagas creer a todos que lo podes hacer!”. Disfruté mucho todo el proceso, quiero seguir escribiendo y dirigiendo, pero nunca dejaría la actuación por nada… Es mi pasión primera.
¿De qué trata la historia?
Es un thriller con una fuerte historia de amor. Un escritor de Nueva York viaja para inspirarse en la escritura de su última novela de terror a una cabaña en las montañas de West Virginia. Lo acompaña en secreto una ilustradora de libros con quien está teniendo un affaire. Al llegar, ambos se enteran, a través de las noticias, de varios casos de chicos secuestrados en el área. Un día, ella se desvía del camino de vuelta a la cabaña, al descubrir una pista que la lleva hacia uno de los chicos secuestrados. La mujer desaparece ese mismo día y él se convierte en el principal sospechoso de su desaparición.
¿Se podrá ver en los cines de Buenos Aires?
No sé… ¡ojalá! Pero la verdad que depende del distribuidor. Hoy el mercado más fuerte para el cine independiente es el cable o VOD (Video on demand). No sé si Hollow Creek tendrá distribución en cines, pero si la tiene, seguramente será limitada.
¿Cuáles son tus próximos proyectos? 
Tengo dos proyectos que queremos empezar ni bien terminemos Hollow Creek. Uno de ellos, para filmar en EE.UU. y el otro es el thriller “The Last Hunt”, que escribí hace varios años para filmar en Argentina. Es una historia basada en hechos reales sobre Klaus Degenhardt, un arquitecto de Nueva York que un día recibe la inesperada visita de un cazador de nazis que representa a la MOSSAD y le viene a revelar su verdadera identidad: él es nieto de un viejo criminal de guerra nazi, que la MOSSAD sospecha que sigue con vida, y que vive en una estancia perdida en los Andes de la Patagonia Argentina. Klaus también se entera de que tiene familia directa en la Argentina. La MOSSAD le pide que los ayude viajando a la Patagonia en una misión secreta, para descubrir el paradero de su abuelo, vivo o muerto, y hacer justicia.
¿Seguirás actuando y dirigiendo?
Siempre.
http://www.austral.edu.ar/comunicacion/noticias/una-graduada-en-la-pantalla-grande/
www.hollowcreekmovie.com