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miércoles, 24 de diciembre de 2014

EL CONCEPTO DE LA NAVIDAD


La navidad como concepto existe. Papa Noel existe al menos como personaje. Evidentemente la navidad ya excede el campo religioso. Es fundante de la civilización occidental y se constituye en el deber ser, en el ideal más elevado de nuestra cultura. La navidad es el capítulo que narra el nacimiento de Jesucristo, cuya vida irrumpe como un relato que revoluciona el ideal humano. La imperante ley del talión, aquella que equiparaba la justicia a la venganza; “ojo por ojo y diente por diente”[1], el niño del cual hoy recordamos su nacimiento, de adulto remplaza aquella ley por: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.
Las leyes de Moisés, los mandamientos de las tablas ya procuraban impedir que una muerte se cobrara con otra muerte, el quinto mandamiento “No matarás”, debía aplicarse en todos los casos, no mataras ni siquiera a quien ha matado. Pero Jesús de Nazaret eleva el ideal más alto y predica que no solo no matarás a quien ha matado, sino que nos invita a amarlo como a nosotros mismos. Lo cual implica en primer orden que debes amarte a ti mismo y luego que así como te amas amarás al próximo, a todos los próximos, incluso aquel que te pueda haber hecho daño, sobre todo aquel que te ha hecho daño, eso es lo revolucionario. El nuevo mandamiento es corto pero sabio, amarás a tu prójimo como a ti mismo implica que no permitirás antes que nada que tu prójimo te lastime ni te dañe, porque te amas, es decir no estás obligado a exponerte a su maltrato, pero si debes amarlo. De aquellas instrucciones más pragmáticas como “No mentirás” o  “No robarás”, Jesucristo nace y nos eleva a un ideal que sabemos incumplible, pero que se nos propone como un horizonte hacia donde caminar, conscientes que el horizonte se aleja de nosotros tanto como procuremos acercarnos, lo importante con los ideales es no dejar de perderlos como meta. La navidad, implique o no un sentimiento religioso, una creencia metafísica, es signo del desafío más alto que los seres humanos nos podemos proponer. Amarás incluso a quien te odia, amarás incluso a quien te lastima, amarás incluso a quien te discrimina, a quien te ataca, pero esto siempre sin dejar de amarte, porque lo amarás tanto como a ti mismo. La navidad excede la fiesta religiosa y se transforma en un día en que occidente todo puede elevar la condición humana. El Pesebre ya no es monopolio de los creyentes, es la representación más tierna de aquello que aspiramos ser.  
En estos tiempos que nuestro querido país se encamina a cambios importantes, donde el disenso se confunde  con crispación, reflexionemos sobre cuánto nos estamos amando a nosotros mismos, porque esa es la medida en que deberemos amar a los próximos. Por eso tan significativo el deseo de Paz en esta fecha, ya que la paz implica encontrar esos senderos por los cuales nadie nos agrede y nos evitan agredir a nadie.




[1] http://www.vatican.va/archive/ESL0506/__P21.HTM Dicha norma aparece en el antiguo testamento como “ley mosaica” en el libro del Éxodo Capi 21 en los versículos que van del 22 al 24: ”22 Si unos hombres se pelean, y uno de ellos atropella a una mujer embarazada y le provoca un aborto, sin que sobrevenga ninguna otra desgracia, el culpable deberá pagar la indemnización que le imponga el marido de la mujer, y el pago se hará por arbitraje.23 Pero si sucede una desgracia, tendrás que dar vida por vida. 24 ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie.