Las circunstancias de la vida me llevaron, gracias a la invitación de participar como realizador audiovisual de una muestra sobre el centenario del natalicio de Cortázar, para el Museo Nacional de Bellas Artes, a la casa que el escritor supo tener en la región de la Provenza, en los Alpes franceses. Lo que en un principio sería una visita de unas horas, con los objetivos de registrar imágenes de la casa y grabar una entrevista a su actual propietario Christophe Karvelis, se transformó inesperadamente en una invitación a quedarnos a compartir el fin de semana con la familia. Bien digo la familia, porque si tengo que describir una sensación de aquella experiencia, creo poder sintetizarla sensiblemente en dicha expresión, tuve la natural percepción de estar no sólo en la casa de Cortázar, sino con parte de su familia. Se sabe que Julio Cortázar no tuvo hijos biológicos, sin embargo Christophe encarna tanto en gestos, emociones y palabras, al hijo que se reconoce hijo por el derecho ...